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La alergia es una hipersensibilidad a determinadas sustancias, alimentos, metales, u otros materiales, que al ingerirlos o entrar en contacto nos producen determinados síntomas.
Muchas personas creen que el oro es uno de esos metales que dan alergia, ya que han tenido reacciones negativas al utilizar joyas de oro.
En este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre la alergia al oro.
Primero: en realidad, el oro no suele dar alergia
Puede que esto te sorprenda, pero la alergia al oro no es nada común. ¡Se trata de un metal que incluso se puede ingerir con cierta seguridad! Entonces, ¿por qué todos esos casos de alergia al oro?
El motivo es la aleación. Una joya de oro puro tiene 24k. Cualquier joya de oro en España suele ser de 18k, y también las hay de 14 o incluso 9 quilates. Esto significa que el oro, para endurecerlo, se ha aleado con otros metales como plata, cobre, paladio, cinc, y muchas veces, níquel.
Son estos metales de la aleación los que causan la mayoría de “alergias al oro”. En especial el níquel, un metal muy tóxico que de hecho ya ha sido prohibido para fabricación de joyería en la Unión Europea.
Cómo saber si tienes alergia al oro
Para conocer si eres alérgica a este metal precioso debes asistir a un especialista. Un dermatólogo mediante un examen físico podrá determinar si eres alérgico al oro, y te indicará que tratamiento debes realizar en caso de que los necesites. Ahora bien, es lógico que no asistas al médico si previamente no notas que algo no anda bien, es por ello que aquí menciono la sintomatología más frecuente que presenta una persona que es alérgico a este metal, si te es familiar no dudes ir al médico.
La alteración cutánea puede aparecer de diferentes modos: enrojecimiento de la zona que hizo contacto con la joya de oro, si usas un colgante o cadena de oro podrás notar el cambio en tu cuello; si lo usado fue una pulsera o manilla, aparecerá irritada la piel alrededor de tu muñeca; rosario de pequeños granitos rojizos, que pueden provocar enrojecimiento y ardor; en casos extremos y en zonas donde la piel es más sensible como en el lóbulo de las orejas, el uso de unos pendientes del oro puede provocar eccemas.
Prevenir es mejor que curar
Para evitar las molestias de la alergia debes tomar las riendas en el asunto. Actuar precavidamente te ayudará.
- Primero, evita el contacto por tiempo prolongado con una pieza de oro. Si vas a limpiar las joyas de oro o las trasladarás de lugar, utiliza guantes para ello.
- Un truco casero que algunas veces he recomendado a mis clientes y amigas es el siguiente, pero su efectividad no es 100 % segura: si tienes unos pendientes o aretes de oro, pinta la parte que se introduce en el lóbulo con un esmalte transparente de pintura para uñas, así el oro quedará cubierto por la fina película de pintura y evitarás el contacto directo con el metal.
- Una joya familiar es siempre un objeto muy querido y usarla representa un presagio de buena suerte y felicidad. ¿Qué puedes hacer si esa pieza es un anillo de oro, y eres alérgica a este metal? No te aflijas, puedes contratar los servicios de una joyería para que un experto en joyas forre el interior de la sortija con una tela determinada, que impida el contacto directo del anillo con tu piel.
- Usa otros metales preciosos. Si te gusta verte bien, pero no puedes adquirir joyas de oro por tu enfermedad, valora las joyas de plata, son también muy elegantes. Adquiriendo joyas con diseños novedosos y elitistas, te aseguro que no echarás de menos las joyas de metal dorado. Te invito a que visites mis diseños y colecciones, y no solo eso: también puedo diseñártela desde cero, a tu gusto. O incluso replicar esa joya de oro tan querida, y que no puedes ponerte, en otro metal. Sólo contacta conmigo, y será un placer ayudarte en lo que sea.
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