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Con el cambio de estación toca sacar toda la ropa de invierno que, aunque pueda ser un poco pesado, ¡ya apetecía ponerse ese par de botas! Venga a abrir cajas. Bufandas, gorros, abrigos y montones de jerséis… Pero, ¿nos preocupamos de igual manera por los complementos?

Si eres una de esas personas a las que de verdad le interesa la moda, debes saber que no hay mejor manera de combinar tus outfits que con unas buenas joyas para rematar tu modelito. Son esos toques a los básicos que ya tenemos los que marcan la diferencia.

joyas en el joyero

Igual que la ropa, tus collares, pendientes o anillos son elementos que pueden revelar muchos detalles de tu persona. La forma de combinarlos, los colores, tus modelos de referencia… Al fin y al cabo es tu personalidad. Tan solo echa un vistazo a tu joyero y dinos lo que ves ¿Acaso no te sientes identificado con ellos?

Depende del día o de nuestro humor nos gusta usar unas prendas u otras, y lo mismo ocurre con nuestros complementos. Por eso con la llegada del frío nos gusta usar otras joyas que durante el verano ni las tocamos. Y ahora vamos a darte algunas pistas para que sigas las tendencias durante este otoño e invierno.

Estilo neo-parisino

La joyería clásica parisina ha dominado las últimas pasarelas con capas de cadenas de oro, anillos cameo y perlas. De todas las formas y tamaños, ya sean pequeños, sutiles o exagerados. En esta temporada hay una gran sensación de audacia en el aire, que ha inspirado a crear reinvenciones de los clásicos productos parisinos.

Renovando lo castizo

Los aros dorados son un elemento tradicional de nuestros joyeros en los que nunca está de más invertir. No importa la forma, el grosor o el tamaño; muchos artistas están apostando por la transformación de los aretes en algo completamente nuevo y original. Si todavía no te has hecho con tu par ideal ahora es uno de los mejores momentos para conseguir esa pieza fundamental de tu colección.

De la tendencia a lo atemporal

Ya de entrada tenemos buenas noticias porque las perlas y el oro amarillo regresan para quedarse durante mucho, mucho tiempo. El auge del vintage y la estética de los 70 y los 80 nos ha dado una alegría a más de uno, y ya no solo por nuestros bolsillos. Tenemos dos ingredientes destinados a la eternidad que caracterizan a esta temporada tanto de moderna como de atemporal.

La rebeldía de los 70

En la moda los complementos han sido la clave para dar esta imagen desalocada, rebelde y fresca propia de la década de los 70. Para conseguirlo los diseñadores han optado por gargantillas con tachuelas estilo bondage y montones de piercings.

Pendientes que no pasan desapercibidos

Cuanto más largos mejor, con adornos que no combinan, aleatorios y de gran tamaño. Lo importante es llamar la atención con diamantes de imitación que se balancean a cada paso. Son exagerados y hechos a medida para la chica fiestera. Y en cuanto a la gama cromática… Explosiones de color neón excesivamente vistosas.

Un homenaje a la herencia de las casas

La logomanía también ha marcado mucho el mundo de las joyas durante esta temporada. Collares estampados con firmas, pendientes en forma de logotipo o conjuntos que forman las iniciales de una marca. Las casas de moda tienen muy claro que su sello tiene que verse.

Eslabones de gran tamaño

Hemos estado viendo estas cadenas en todas partes. Pasarelas, revistas de moda o influencers que las lucen en las redes sociales. Estas han sido creadas con el objetivo de potenciar y dar fuerza a cualquier conjunto por simple que sea.

Lo imprevisible de la bisutería

Aunque parezca mentira modistos de la altura de Loewe, Stella McCartney o Balenciaga apostaron por las baratijas para dar un toque chic a sus modelos. Al parecer el estilo de la alta costura, en cuanto a joyas, puede estar al alcance de muchos durante este invierno. Y es que lo único que tuvieron en común todos estos diseñadores para los complementos fue la impredecibilidad.

Fran Castmay

Como diseñador de joyas, contar historias y representar emociones creando joyas personalizadas, se ha convertido en mi nuevo medio de expresión. ¿Te atreves a vivir una experiencia conmigo? Cuéntame tu historia, juntos la crearemos… empezamos?

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