De entre todas las piedras preciosas que nos regala el planeta Tierra, el diamante es el rey, por derecho propio.
Su rareza, su belleza, y sus incomparables características, hacen de ésta la más deseada de las gemas. Un auténtico tesoro para la persona que lo lleva, y una enorme responsabilidad para el joyero que los utiliza en su trabajo de creación de joyas. Algo tan noble merece siempre el mejor acompañamiento, ¿no?
En este blog te he hablado ya sobre diamantes, presentándote algunos de los más famosos. Allí te hablé del Cullinan I, o Estrella de África, que se conserva en la Torre de Londres: se trata del diamante más grande del mundo, con 530,20 quilates.
Estrella de África. El Cullinan I
Una exageración, ¿verdad? Pues quizá te sorprenda saber que esto es apenas un grano de arena en comparación con el tamaño de otros diamantes. Diamantes tan inmensos, que de conseguir extraerse revolucionarían para siempre el mercado de lujo y cambiarían incluso nuestra propia percepción del valor de dicha gema.
Pero ese es el problema. Extraerlos. Me temo que no va a ser fácil.
Cómo se crean los diamantes
En la tierra existen muchísimos elementos químicos diferentes, uno de los cuales es el carbono. Pero aunque el carbono es el elemento base de cualquier ser vivo, en la corteza terrestre es muy escaso (sólo un 0,2% de ella es carbono).
Y ocurre que el carbono es un elemento al que le gusta cambiar de look. Según sean las condiciones alrededor, su estructura cambia: a temperatura ambiente suele ponerse el traje de andar por casa: el grafito (el material con el que se hacen los lápices).
Pero en ocasiones especiales, el carbono viste sus mejores galas. Y son condiciones muy especiales: una altísima presión, y una altísima temperatura (entre 900 y 1300 °C) a la vez. Cuando eso ocurre, entonces el carbono se quita la sudadera, se enfunda su traje de gala, y cristaliza en un diamante.
Esto sólo ocurre a gran profundidad (entre 140 y 190 km por debajo de la superficie) o bajo el impacto de un meteorito. Así que si el carbono ya es escaso, el diamante… en fin, ya lo sabemos todos.
Esta escasez le da aún más valor a rarezas como el Cullinan I. Esta escasez es la que aumenta su precio de manera dramática. Pero… ¿y si buscáramos en un lugar donde el carbono fuera mucho más abundante?
Pero entonces, ya no puedes buscar bajo tierra. Tendrás que alzar la vista hacia el cielo.
Lucy in the sky with diamonds
Ningún planeta del sistema solar es igual a otro. Y pese a ello, dependen todos del mismo sol. Pero si tienes siquiera un ligero interés en la astronomía, sabrás que hay muchos soles y muchos planetas diferentes fuera de nuestro sistema solar. Vagando por el Universo.
BPM 37093 Lucy-el diamante más grande del mundo
Y existen planetas en que el material dominante no será el silicio, como en la Tierra, si no el carbono. Planetas con corteza de grafito (como el lápiz de los dioses), que en sus capas inferiores, con la presión y la temperatura adecuadas, tendrían kilómetros y kilómetros de diamante. A presiones exageradamente altas, incluso podrían existir océanos de diamante líquido. ¿Te imaginas bucear en diamante? Sería el sueño de Marilyn Monroe.
“Todo esto son especulaciones”, dirás. Tienes razón. Así que vayamos a algo probado.
Olvidemos los planetas y vayamos a los soles. Existe un tipo de soles llamados “Enanas Blancas”: son viejos soles a punto de apagarse, cuyo núcleo es básicamente oxígeno y carbono cristalizado. Es decir: gigantescos diamantes.
Hasta hoy, la Enana Blanca más grande localizada se llama BPM 37093. Pero la han rebautizado como “Lucy”.
Porque, como en la canción de los Beatles, Lucy está en el cielo con diamantes. Concretamente, ¡con un diamante de 4000 km de diámetro, y 10.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 de quilates!
Lo siento, Cullinan I. Tienes mucho talento, pero todavía juegas en los alevines.
Tengo un meteorito que encontre, me costo mucho partirlo en 2 con las herramientas adecuacadas. Pero cuando lo ise descubri que tenia varias capas de colores distintos tipos de elementos…
y en el centro hay uno que parece un diamante las capas externas a este son azul rosado y negro y la capa externa es como un negro como la piedra volcanica