Tabla de contenidos

el oro como moneda de cambio

De todos los minerales que se extraen de la tierra, ninguno es más útil que el oro. La utilidad del oro se deriva de una diversidad de propiedades muy especiales. El oro es un buen conductor del calor y la electricidad. Es el metal más dúctil y maleable. Pueden hacerse láminas transparentes, con espesor de 0.00001 mm con facilidad o estirarlo en alambres con pesos de 0.5 mg/m.

El oro se disuelve con facilidad en mercurio para formar amalgamas. Es uno de los metales menos reactivos químicamente. No pierde lustre, ni se quema al aire. Puede alearse con otros metales, puede ser derretido y fundido en formas increíblemente definidas. Por si todo esto fuera poco tiene un color maravilloso y brillante.

Definitivamente, el oro es un metal memorable que ocupa un lugar privilegiado en la mente humana. Ningún otro elemento de la misma naturaleza tiene un lugar más visible y prominente en nuestra sociedad.

A lo largo de la historia de nuestro planeta casi todas las culturas establecidas han utilizado el oro para simbolizar el poder, la belleza, el esplendor, la prosperidad y la pureza. El oro simboliza también la sabiduría, la constancia, la riqueza y la luz.

Varias veces he hablado sobre el oro en mis textos y ha permitido la materialización de muchos de mis diseños de joyas, pero pocas veces he abordado sus usos más allá de la joyería.

A petición de algunos de mis lectores y clientes, hoy comienzo una serie de artículos acerca de los múltiples usos de este precioso metal que no agota su capacidad de cautivarnos. Comenzaré con uno de sus utilidades más interesantes y debatidas a lo largo de la historia: El oro como moneda de cambio.

Historia del Oro como moneda de cambio

Debido a que el oro es altamente valorado y su oferta es muy limitada, durante mucho tiempo se ha utilizado como moneda de cambio. Se dice que el primer uso conocido del oro en transacciones se remonta a más de 6000 años atrás. ¡Increíble!

Sus características como bien duradero, divisible, homogéneo y difícil de falsificar lo convirtieron en el bien líquido por excelencia en casi todas las culturas del planeta, por lo que fue aceptado para servir de moneda de cambio.

Las primeras monedas de oro fueron acuñadas en virtud de la orden del rey Creso de Lidia (una región de la actual Turquía) alrededor del año 560 antes de Cristo.

¿Por qué hemos escogido el oro como moneda de cambio?

Para la preparación de este artículo he querido indagar más sobre el por qué, de los 118 elementos que nos encontramos en la tabla periódica, el oro es el que hemos solido escoger como moneda de cambio. He hallado un interesante artículo publicado por la BBC que  plantea que una buena moneda de cambio debe ser estable, portátil y no tóxica. Además debe ser suficientemente rara, muchas personas se sorprenderían de cuán poco oro hay en el mundo.

Un dato muy curioso que aporta este reportaje es que si se juntara cada arete, moneda de oro, los diminutos gránulos insertados en todos los chips de los ordenadores del mundo, todas las estatuas precolombinas, cada alianza de matrimonio y se fundieran, se estima que lo que resultaría es un cubo de 20 metros, aproximadamente. Te sorprende, ¿verdad?

Pero la escasez y la estabilidad del oro no son todo. Además el oro posee otra cualidad que le distingue entre todos los adversarios de la tabla periódica: es dorado.

El resto de los metales son plateados excepto el cobre y éste se corroe, volviéndose verde cuando es expuesto a la humedad del aire. Consecuentemente otro secreto del éxito del oro como moneda es su increíble belleza. ¡Una pieza de oro de cien años sigue tan brillante como el día que la hicieron!

El Patrón Oro

Algunas impresiones iniciales de billetes estaban respaldadas por oro custodiado por los gobiernos para cada unidad de dinero que se ponía en circulación. El llamado Patrón Oro consistía en mantener una reserva de oro para respaldar cada billete en circulación. Bajo esta norma, cualquier persona podía presentar el papel moneda al gobierno y exigir a cambio un valor igual en oro.

Uno de los inconvenientes de los metales como moneda es su peso, por lo que pronto se hicieron comunes los billetes, que surgieron como promesas firmadas de entregar a su portador la cantidad en oro que en ellos se indicaba. Los bancos emitían estos billetes cuidándose de mantener un equilibrio entre el dinero que habían emitido y las reservas de oro que custodiaban en sus cajas fuertes, puesto que en caso contrario, perderían la confianza de sus clientes.

El patrón oro fue utilizado por muchas naciones pero con el paso del tiempo llegó a ser demasiado complicado y ya no se utiliza por ninguna nación. Desde entonces, todas las principales monedas son fiduciarias, lo que significa que la ley del país dice que hay que aceptarla como pago, aunque no esté respaldada por materiales preciosos sino por una promesa.

El oro empleado como respaldo financiero para la moneda en circulación se guardaba a menudo en forma de lingotes de oro. El uso de barras o lingotes de oro, tiene mínimos costes de fabricación y permite un manejo cómodo. Hoy muchos gobiernos, inversores e instituciones conservan inversiones de oro en la forma conveniente de lingotes.

El Adiós al oro como moneda

Algunos expertos plantean que el problema del oro es que su suministro no va a la par con las necesidades de la economía. El suministro de oro depende de lo que se pueda extraer de la minas y es insuficiente al no corresponder con el suministro global de bienes (relacionado con la actividad económica en general y no sólo con la minería), que las reservas de oro están mal repartidas en proporción al peso real de la actividad económica de cada país en el mundo.

Muchos países en los años 30 evitaron la Gran Depresión desligando sus monedas del patrón oro. De esta forma, quedaron en libertad de imprimir más dinero y reactivar sus economías.

Hoy en día las monedas de oro ya no son de uso generalizado para las transacciones financieras. Sin embargo, las monedas de oro emitidas en pesos específicos son formas populares para que la gente compre y posean pequeñas cantidades de oro para la inversión. Las monedas de oro también se publican como artículos «conmemorativos». Muchas personas disfrutan de estas monedas conmemorativas, ya que tienen tanto un valor coleccionable y un valor del metal precioso.

Espero que hayas disfrutado de este texto. Ahora me encantaría escuchar tu opinión en los comentarios, por ejemplo sobre el patrón oro, sus ventajas e inconvenientes.

Gracias como siempre por ser amable y considerado en los comentarios. Si has encontrado información valiosa en este artículo, por favor compártela en las redes sociales.

Un saludo y hasta muy pronto,

Fran Castmay

Como diseñador de joyas, contar historias y representar emociones creando joyas personalizadas, se ha convertido en mi nuevo medio de expresión. ¿Te atreves a vivir una experiencia conmigo? Cuéntame tu historia, juntos la crearemos… empezamos?

Deja una respuesta