El problema de llevar la corbata sin sujeción es que no la controlas: el viento, tus movimientos, un gesto tan simple como levantarse en una mesa e inclinarse hacia delante para coger algo o darle dos besos a alguien… todo esto se convierte en situaciones de peligro potencial para tu corbata:
- Puede engancharse en algo y rasgarse o estropearse.
- Puede mancharse, cayendo sobre un plato o bebida.
Y, además, el no llevarla sujeta implica llevarla torcida el 99% del tiempo, no alinearla correctamente con la chaqueta… no es práctico ni es elegante.