Es lo que marcará la diferencia en valor entre un/a vendedor/a de joyas «de libro» y un verdadero profesional de ventas de Excelencia.
Seguimos este mes, con la segunda entrega de esta serie: Emocionar con Joyas. En el presente artículo nuestra colaboradora de Argentina, Mónica Arias, Experta en Comunicación de Excelencia, Neuro-psico-educadora y Coach de Ventas de productos de Lujo y Premium, nos desvelará algunos consejos prácticos que nos ayudarán a conectar con nuestro cliente de forma magistral, para que vender joyas lo convirtamos en una experiencia que nuestro cliente nunca olvidará.
Hola! En esta entrega me gustaría introducirlos de lleno a la gran aventura de vender joyas con emociones. Para ello, les pido realicen primero este breve experimento: tomen un espejo y mírense en él por unos segundos, luego encuentren un lugar tranquilo, pónganse cómodos, cierren los ojos por un instante y realicen varias inspiraciones y exhalaciones lentamente, concentrando su atención simplemente en el aire que les da vida. Se preguntarán ¿qué tiene que ver esto con vender joyas? Mucho. Les pido un poquito de paciencia, vale la pena.
Mientras van calmando su ajetreada realidad con este simple ejercicio, sus ojos cerrados, su respiración lenta, su cuerpo más cómodo, les pido traigan a su mente algún suceso que les haya producido gran placer o alegría. Cualquier evento vale, cercano o lejano en el tiempo. Lo tienen? Bien. Ahora, con el suceso en la mente, disfruten de su recuerdo….seguramente una sonrisa habrá brotado en sus rostros, y se estarán sintiendo muy bien, aunque sea por unos segundos, verdad? Genial!
Entonces, quiero que abran lentamente los ojos, tomen el espejo y se vuelvan a mirar…algo, definitivamente, ha cambiado en Ustedes. Porque conectaron con las emociones que el suceso les ha recordado. Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que las emociones cambian nuestro ánimo y también nuestra fisiología. Esto está comprobado por la Neurociencia, que avala los descubrimientos sobre el comportamiento de las neuronas cuando elegimos recordar un suceso, por ejemplo, de alegría. También en el campo del estudio de nuestro cerebro, se ha comprobado que aún cuando no hayamos vivido sucesos felices (tal vez por las circunstancias de nuestra vida) con tan solo observar a alguien que ríe, nuestras neuronas “espejo” pueden “robarse” las experiencias ajenas ”copiando” comportamientos, y hasta emociones…
Y por si fuera poco, estamos viviendo en la Era de las Emociones. Quien comprenda en su dimensión más profunda que se requiere un verdadero Marketing Emocional para elevarse por encima de lo común, tiene una ventaja enorme sobre quienes siguen insistiendo con los estilos de venta tradicionales, donde lo que se persigue es la venta en sí, y no la relación a largo plazo con los clientes.
Piensen entonces en la forma usual en que conectan con ellos cuando están en el salón de ventas o en cualquier otro sitio donde la venta de una joya pueda efectuarse (un Estudio, la vivienda del cliente, su oficina, etc). Imaginen cómo sería su interacción si en cambio, pudiesen realizar el proceso con el ánimo predispuesto por este ejercicio…Cómo podría sentirse el cliente con Uds si pudiesen iniciar la conversación conservando esta alegría interior, que han rescatado tal vez desde su pasado remoto? Intenten luego contestar: Cómo se siente emocionarse y trabajar en lo que uno ama – vender joyas – al mismo tiempo? Cómo percibimos desde este lugar de gran apertura las palabras del cliente? Cómo creamos a partir de lo que ya sabemos – conocimiento del producto – una atmósfera distinta, mucho más cordial, simple, quizás con elementos nuevos que agregamos a nuestras frases y que envuelven al cliente con halos de bienestar? Se imaginan cómo sería el efecto en la percepción del cliente de una experiencia en trato y eficiencia al nivel de excelencia? Inolvidable.
Tal como son inolvidables las experiencias emotivas placenteras que están guardadas como tesoros dentro nuestro como en un cofre, y que traemos a la vida nuevamente cada vez que elegimos sentirnos mejor.
Primero, intentemos conectar con las emociones de altas frecuencias energéticas (amor, alegría, goce, simplicidad, cariño, aventura, etc) y luego, preparémonos para realizar nuestra tarea diaria con convicción.
Porque la verdad que no hay mayor placer para un/a vendedor/a profesional de joyas que aprender a conectar emocionalmente con los clientes: ellos son quienes elegirán nuestra compañía una y otra vez, por el simple hecho de haberlos hecho sentir igual o mejor que en su propia casa.
Los invito a poner este ejercicio a prueba con paciencia, y a contarme sobre cómo se han sentido haciéndolo …En breve les cuento más.
Mientras tanto, les deseo disfruten a pleno cada segundo de su milagrosa y única vida!
Mónica M. Arias
www.monicaarias.com.ar
Yo vendo joyas y soy feliz cuando descubro que cada mujer puede lucir algo lindo que refleje subtemperame to y personalidad yo me encargo de fortalecer esa dimencion por decirlo asi y con mucha alegria y amor
Hola Elena,
gracias por su comentario,
Un saludo.
Que post tan interesante. Muy bueno para entender porque el valor de la joya va mucho más allá de los materiales y el trabajo puesto en la pieza.